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Normas internacionales de circulación

Las normas de circulación son indispensables para la convivencia en la vía pública. Conocerlas es un deber que tiene cada ciudadano. La circulación es cada vez más compleja en el mundo desarrollado y para facilitarla es necesario la adecuación de redes viarias que enlacen ciudades lejanas (autopistas), ciudades próximas (carreteras nacionales), pueblos (carreteras municipales) y, dentro de los núcleos urbanos, calles con un trazado amplio e inteligente. Todas estas vías se regulan con unas normas de circulación, claras y concretas, en un código de circulación, documento legal que reglamenta el desplazamiento de vehículos. Existen unas normas de seguridad y otras de circulación.

LAS NORMAS DE SEGURIDAD

Para una mayor seguridad en la circulación hay que tener en cuenta que el vehículo tiene que estar en perfecto estado de funcionamiento, de forma que en todo momento responda a las necesidades del conductor. Se deberá revisar con periodicidad: las luces, los frenos, las ruedas y su buena adherencia a la calzada, así como tener en cuenta la seguridad pasiva, cuyos elementos esenciales son el cinturón de seguridad y el reposacabezas. Otro punto importantísimo que no se puede descuidar es la seguridad de los niños.

Hay unas normas de seguridad generales que son válidas para la conducción de cualquier tipo de vehículo, ya que están basadas en una buena educación vial y una buena convivencia entre las personas:

Respetar todas las normas de circulación: Si todos respetan las normas, la circulación será más fluida y segura.

No hay que molestar a los demás: La vía pública es de todos; por tanto, todo lo que en ella se hace tiene que ser positivo y, de esta forma, se consigue una circulación mejor.

La relación con los demás usuarios de las vías públicas es cuestión de inteligencia y solidaridad.

No hay que sorprender a los demás: No se puede sorprender con una maniobra brusca a los demás conductores. Antes de efectuar dicha maniobra hay que comprobar si existe algún peligro. Asimismo, se debe estar atentos para no dejarse sorprender, reaccionando a tiempo ante cualquier maniobra imprevista de otro conductor.

Hay que advertir de cualquier maniobra o desplazamiento que varíe la dirección del vehículo: No basta con una advertencia, sino que, además, hay que hacerla con tiempo y distancia suficientes a fin de que resulten visibles. Estas señales pueden ser: con los brazos, luminosas y acústicas.

Señales con los brazos

Brazo izquierdo extendido: Desviación hacia ese lado.

Brazo izquierdo levantado: Desviación a la derecha.

Brazo izquierdo extendido con la palma de la mano hacia adelante y moviéndolo de atrás a delante: Se permite el adelantamiento.

Brazo izquierdo extendido con la palma de la mano hacia el suelo y moviéndolo de arriba abajo: Se indica la detención del vehículo.

Brazo izquierdo extendido y con la palma de la mano hacia atrás: Se indica que se inicia la marcha atrás.

Las señales con los brazos prevalecen sobre las luminosas en caso de que, por error, se efectúen simultáneamente.

Señales luminosas

Las luces de un vehículo sirven para ver y ser visto, y sus finalidades son las siguientes: iluminar la calzada, advertir a los otros usuarios de la presencia del vehículo, advertir las diferentes maniobras que se van a realizar y facilitar la identificación. Las luces son de color blanco o amarillo en la parte delantera y rojas en la parte trasera. De esta forma se sabe si el vehículo viene en sentido opuesto (luces blancas) o si circula en el mismo sentido (luces rojas). Sin embargo, hay dos excepciones: los indicadores de dirección, que son de color amarillo, y las luces de marcha atrás, que son blancas o amarillas. Las luces se pueden clasificar en dos grandes grupos: alumbrado y señalización óptica.

• Alumbrado
Alumbrado ordinario: Llamado también de población, es obligatorio y tiene que ser visible a 300 metros. Se utiliza en la circulación por vías interurbanas suficientemente iluminadas, excepto en autopistas, autovías y túneles.

Alumbrado de carretera (luz larga): Se utiliza para circular por vías interurbanas, autopistas, autovías y túneles insuficientemente iluminados, y con la condición de que no deslumbre a otros vehículos.

Alumbrado de cruce (luz corta): Se emplea cuando hay riesgo de deslumbrar a otro vehículo que circule en sentido contrario; cuando se circula detrás de otro vehículo, a menos de 150 metros, al que se pueda deslumbrar por el espejo retrovisor; cuando existen lluvias intensas, nieve o niebla, y para pedir paso durante la noche.

• Señalización óptica
Indicadores de dirección: Son dos luces, por lo menos, de color amarillo y situadas delante y detrás del vehículo. Estas luces deben apagarse en cuanto termine la maniobra que advierten y, cuando se activan, se produce una señal óptica en el tablero de mandos del automóvil.

Indicadores de marcha atrás: Son una o dos luces situadas en la parte de atrás del coche de color blanco o amarillo. Estos indicadores se iluminan al accionar la palanca de marcha hacia atrás.

señales acústicas

Estas señales se efectúan con un aparato llamado claxon o bocina. Este aparato es indispensable para la seguridad vial, debe tener un sonido grave, estando prohibido la emisión de notas musicales. Su empleo es diurno, ya que durante la noche las luces son mucho más efectivas. Las autoridades municipales pueden prohibir su uso y, de hecho, en las vías urbanas está prohibido desde las once de la noche hasta las seis de la mañana, y la prohibición de empleo dura las veinticuatro horas del día en las proximidades de clínicas y hospitales.

Entre las normas generales de seguridad, está la de: Comprender a los demás. Todos los humanos cometen errores y tienen distracciones. Hay que saber comprender y justificar. Los conductores deben ser educados y poseer buenos modales.

La agresividad con un volante entre las manos puede ser peligrosa.

LAS NORMAS DE CIRCULACIÓN

Las normas de circulación que se deben seguir y respetar cuando se está al volante no son un catálogo de prohibiciones arbitrarias, sino una ordenación para que se pueda circular lo mejor posible. Una de las primeras normas de circulación que debe cumplir un conductor de un vehículo automóvil es poseer y llevar consigo el permiso de circulación del vehículo, que cambia de denominación según el país, pero que certifica que el automóvil se encuentra en óptimas condiciones para ser maniobrado en las vías.

Señales de tránsito

Las señales de tráfico o de tránsito, están constituidas por el conjunto de elementos destinados a advertir, regular e informar a los usuarios de las vías públicas. Sus funciones, por tanto, son: advertir de posibles peligros, ordenar la circulación según las circunstancias, recordar alguna prescripción del código de circulación y proporcionar a los usuarios de las vías una información suficiente.

Tipos de señales

Hechas por agentes de la circulación, señales de balizamiento, semáforos, señales verticales y marcas viales.

Señalización realizada por los agentes de tráfico

Los agentes pueden realizar estas señales bien con las manos, bien con un silbato.

• Con silbato: Varios toques cortos y seguidos indican detención; un toque largo, reanudación de la marcha.
• Con los brazos: Alto al frente: Brazo izquierdo doblado hacia arriba con la palma hacia delante. Alto por la espalda: Brazo izquierdo extendido mostrando el dorso de la mano a los que se acercan por la espalda. Alto al frente y por la espalda: Brazo izquierdo en alto y derecho extendido (es la combinación de las dos señales anteriores). Orden de avanzar: Mano elevada con el dorso hacia los que se acercan moviéndola hacia sí. Parar al borde: Brazo extendido oblicuamente hacia abajo, señalando el borde de la calzada. Vía libre: Brazos en reposo a lo largo del cuerpo. El agente de perfil no detiene la marcha.

Las prescripciones indicadas por cualquier tipo de señal prevalecen sobre las normas generales de circulación. Es decir, que las señales de los semáforos prevalecen sobre todas las demás, excepto sobre las de los agentes; se deben seguir las indicaciones de éstos, prescindiendo de todas las otras.

Semáforos

Para peatones:
• Luz roja en forma de peatón inmóvil: indica a los peatones que no deben cruzar la calzada.
• Luz verde en forma de peatón en marcha: indica que los peatones pueden cruzar la calzada.

Circulares para vehículos

• Luz roja fija: Prohíbe totalmente el paso.
• Luz roja intermitente: Advierte la existencia de un paso a nivel cerrado. Pueden encontrarse también en las proximidades de la salida de bomberos o de aeronaves a escasa altura.
• Luz amarilla fija: Esta luz indica que los vehículos deben detenerse en las mismas condiciones que si se tratara de una luz roja fija.
• Luz amarilla intermitente: Una luz amarilla intermitente o dos luces amarillas alternativas intermitentes exigen una precaución extremada.
• Luz verde: Esta luz significa que está permitido el paso.
• Flecha negra: Una flecha negra sobre una luz roja fija o sobre una amarilla no cambia el significado de dichas luces, pero lo limitan exclusivamente al movimiento indicado por la flecha.
• Flecha verde: Una flecha verde que se ilumina sobre un fondo circular negro significa que los vehículos pueden tomar la dirección y el sentido indicado por la misma.

Señales de peligro

Estas señales, como su nombre indica, advierten de un posible o cierto peligro. Al verlas, el conductor tiene que reducir la marcha y concentrar la atención, son triangulares con el vértice hacia arriba.

Señales de peligro.

Señales de prohibición

Estas señales indican una prohibición que tiene que ser obligatoriamente cumplida. Son redondas, rodeadas por una banda roja con fondo blanco y los símbolos en color negro. Estas señales también pueden ser luminosas y, en este caso, los símbolos están iluminados en blanco y el fondo es oscuro y no luminoso.

Señales de prohibición

Para indicar el final de las prohibiciones se encuentran las señales de fin de prohibición. Son también redondas. Su fondo es blanco, cruzado diagonalmente por una barra negra y el símbolo, cuya prohibición anula, en color gris.

Señales de fin de prohibición.

Primeros auxilios

Un accidente puede ocurrir en cualquier momento. Una acción inmediata, basada en conocimientos de los primeros auxilios, puede salvar una vida. Estos conocimientos se pueden adquirir asistiendo a cursos organizados y dirigidos por un personal especializado (los mejores cursos son los impartidos por la Cruz Roja). En estos cursos, además de conseguir unos conocimientos teóricos, se pueden hacer prácticas de socorrismo simulando diferentes tipos de accidente.

Pero no es sólo asistiendo a cursos como se pueden adquirir estas técnicas básicas de primeros auxilios; otro sistema, igualmente eficaz y práctico, es la información por medio de publicaciones y obras que traten del tema. Los primeros auxilios, como su nombre indica, son sólo eso, primeros auxilios. Es decir, una ayuda para superar unos primeros momentos de gran riesgo e importancia vital cuando se produce un accidente. Una vez superados estos difíciles momentos, el accidentado tiene que ir a las manos competentes de un médico, que es quien va a solucionar realmente su problema.

Normas generales

Un accidente puede ocurrir en cualquier momento. Una acción inmediata, basada en conocimientos de los primeros auxilios, puede salvar una vida.

Existen normas de carácter general que se deben tener en cuenta en el momento de un accidente:

a) Nunca hay que perder la calma y, siempre que sea posible, conseguir la ayuda de las personas que están presentes.

b) Ser eficiente y práctico; pedir una ambulancia o cualquier otro tipo de servicio de urgencia; contener a la gente; organizar la circulación en el caso de que se trate de un accidente en vía pública; apartar a los transeúntes.

c) Alejarse de toda fuente de posible peligro, como foco de fuego, escape de gas o de líquidos tóxicos.

d) No mover a la víctima hasta no saber con exactitud qué le ocurre.

e) Comprobar:

-Respiración: Si ésta es débil o ha desaparecido, practicar la respiración artificial.
-Asfixia: Despejar la posible obstrucción de las vías respiratorias, causa frecuente de muerte de los accidentados.
-Hemorragia: Detenerla y observar si se perciben indicios de lesión interna.
-Inconsciencia: Si las vías respiratorias están despejadas y si no hay lesión en el cuello o en la columna vertebral, se puede colocar al accidentado en postura de recuperación.

f) Tranquilizar a la víctima. Esta estará asustada y nerviosa, pero a pesar de ello no debe hablar. Hay que tranquilizarla explicándole con claridad qué ha ocurrido, qué tiene y cómo se va a solucionar.

g) No administrar nada por vía oral, y mucho menos si se trata de una bebida de tipo alcohólico, limitándose a humedecer los labios del accidentado.

h) Mantener abrigado al sujeto.

Lo más importante en caso de accidente es pedir una ambulancia que puede ayudar eficazmente al accidentado grave, ya que lleva equipo de urgencia, así como personal calificado.

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