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Tipos de relaciones y salidas al conflicto

Ser social en el conflicto

Difícilmente una persona puede vivir aislada y solitaria; es más, la naturaleza obliga a hombres y mujeres a encontrarse para preservar la especie en una convivencia en donde se combinan las necesidades comunes con las diferencias individuales. En la medida en que los grupos humanos han crecido y se ha dado una división cada vez más sofisticada de tareas, la convivencia se ha hecho más complicada y los conflictos han alcanzado magnitudes nacionales y hasta internacionales, como sucedió con la Primera y la Segunda Guerra Mundial.

Todas las personas establecemos, a lo largo de nuestra vida, una serie de vínculos sociales, rodeados por aspectos emocionales, afectivos, políticos, económicos y culturales. En tu hogar y en el colegio, te encuentras con personas con quienes construyes unas redes de relaciones muy particulares, en medio de la empatía y del conflicto. Algunos de ellos son pequeños conflictos, que se resuelven a corto plazo, y otros son grandes conflictos que alcanzan las esferas de lo nacional y que pueden reproducirse durante varias generaciones.

Salidas al conflicto

Frente a la manifestación de un conflicto, pueden asumirse dos posiciones: primero, negar el conflicto, evadirlo y, por lo tanto, alejarse de la posibilidad de resolverlo; y segundo, reconocer el conflicto e intentar solucionarlo.

La resolución o trámite del conflicto puede abordarse, a su vez, de dos maneras. Por las vías de hecho o de la fuerza, en donde se pretende disuadir al contradictor por medio del temor, la intimidación o el miedo. Su sustento no es la razón, sino la coacción y generalmente esta opción alcanza niveles de violencia, que pretenden excluir o destruir a la otra persona o grupo de personas.

Otro tipo de salidas al conflicto es el tránsito por las vías no violentas, entre las cuales se destacan:

- El trámite legal, por medio del cual se acude a una normatividad expresa en los acuerdos, los reglamentos, los manuales de convivencia y las leyes; siempre y cuando las partes en conflicto accedan a acatar lo estipulado en dichas normas. 

- La negociación, que implica que las partes están dispuestas a reconocer los intereses y los derechos de la otra parte, en la medida en que se llegue a acuerdos que beneficien a los involucrados en el conflicto.

- La conciliación, que busca que las personas conflictuadas lleguen a unos acuerdos, con cuyo cumplimiento se comprometen, a partir de la firma de un documento, a resolver pacífica y racionalmente sus diferencias. Generalmente una tercera persona sirve como garante de los acuerdos establecidos en el documento.

- La mediación, que regula los conflictos surgidos principalmente en el medio escolar, a partir de la intervención de una tercera persona neutral ajena a los procedimientos establecidos en el colegio. El papel del mediador es el de facilitar el encuentro y el diálogo entre los conflictuados.

La permanencia de los conflictos

En una sociedad pluricultural donde la participación se erige como paradigma institucional, es entendible la permanencia y el constante surgimiento de un sinnúmero de conflictos. Infortunadamente, la cultura de la negociación no es común en nuestro medio y aún predomina una serie de factores estructurales que, sumados a la violencia histórica que nos ha caracterizado, hace prever un largo camino en la búsqueda de la paz entre todos.

Las escamas del pescador
Las escamas del pescador. Juan Velasco/Pablo Buelvas. Fotografía. 2016.

Pese a los obstáculos que rodean a las propuestas alternativas para la resolución de conflictos, muchas personas e instituciones se han comprometido con ellas. Es posible que tú y muchos de tus compañeros y compañeras de clase tengan una profunda vocación pacifista que no ha salido a flote porque las condiciones no lo han permitido. Si piensas que los problemas en el país no pueden seguir solucionándose por medio de la fuerza y el terror, y crees que las diferencias ideológicas y de otro tipo de intereses pueden resolverse con actitudes democráticas como el diálogo, entonces, es posible que puedas actuar como negociador en la solución de una serie de conflictos que surja a tu alrededor.

Recuerda que...

El diálogo y el debate hacen parte de una salida negociada a los conflictos. Desde tiempos inmemoriales, las relaciones entre los seres humanos han estado acompañadas de la presencia de los conflictos como dinamizadores de la evolución de los grandes y pequeños grupos sociales. Pese a que muchos de ellos han sido resueltos por medio de la violencia, ha sido preocupación constante de muchas personas e instituciones que aprendamos a vivir con ellos y a tramitarlos de manera pacífica.

Toda persona o grupo de personas puede evadir un conflicto o asumirlo a través de la concertación o por las vías de hecho. La conciliación y la mediación son mecanismos de fácil acceso que permiten tramitar, de manera ágil, un conflicto entre una pareja, en la familia o en el colegio. Tú puedes practicarlos en la medida en que estés interesado y te documentes para tal fin. Los conflictos hacen parte de la naturaleza humana y, como tal, se manifiestan en diferentes espacios y tiempos; por ello, una actitud pacífica, tolerante y justa frente a los mismos puede contribuir a construir una sociedad menos violenta que la nuestra.

Referencia:
Ramírez Orjuela, L. A., Pulido Cortés, O., Chaustre Avendaño, A. (1999). Voz y Voto 7. Editorial Norma S.A.