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Juegos de mesa: El go

El juego del go

El juego del go constituye un simulacro de la guerra. Al contrario del ajedrez, no se trata de eliminar las piezas del adversario, el juego consiste en cercar al contrario y dominar los territorios. Por la extremada sencillez que presentan sus reglas, es difícil imaginar que un juego como el go pueda encerrar una complejidad tan grande. Sin embargo, su práctica precisa de la inteligencia de los jugadores y la capacidad de aplicar ésta al campo de la estrategia, por lo que es, precisamente, uno de los juegos más sutiles que se conocen.

Cuatro mil años de go

El go nació en China, como lo confirman los textos con más de 2.000 años de antigüedad que lo mencionan, aunque sin duda existía anteriormente. La leyenda remonta su invención a unos 4.000 años, atribuyéndola a un emperador celoso de desarrollar la inteligencia de su hijo. Los «maestros» del juego eran muy estimados en la vieja china y se les trataba de santos varones o de sabios. En el siglo VI d.C. se introdujo en Japón, donde conoció un gran éxito. Los grandes maestros dieron clases por todo el país y gozaron de privilegios reales.

Juego de go en la China imperial
Juego de go en la China imperial

El ejercicio del go se inscribió pronto en el programa de las escuelas militares, y el go se convirtió en el juego favorito de los samuráis. El misionero italiano Matteo Ricci lo introdujo en Europa, a principios del siglo XVII, y a finales del XIX gozaba de gran estima en los círculos militares alemanes. La invasión de Indonesia, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, lo dio a conocer en los Países Bajos. En Francia se constituyó un club de go en el año 1969, llegando a convertirse luego en una asociación a escala nacional.

Unas reglas sencillísimas

Las pasiones multimilenarias suscitadas por el go en todos los medios se deben a la riqueza de combinaciones que ofrece. El tablero de juego o go-ban está constituido por los cuadrados que forman 19 líneas verticales y 19 horizontales. Cada jugador coloca, a su turno, una ficha de su color en una de las intersecciones libres. Después de colocada la ficha, no se mueve en toda la partida, aunque pueda ser capturada y puesta aparte hasta acabar el juego.

Los niños aprenden las reglas de este juego de mesa con un tamaño de tablero reducido de 9x9
Los niños aprenden las reglas de este juego de mesa con un tamaño de tablero reducido de 9x9.

El objetivo del juego es apoderarse del máximo de terrenos. Estos se forman por las intersecciones libres rodeadas de fichas, como si se tratara de una cerca. Los grupos de fichas rodeados totalmente por las del adversario se consideran muertos, son retirados del juego y contabilizados al final de la partida. El vencedor será aquel de los dos jugadores que haya encerrado en el conjunto de sus territorios un mayor número de intersecciones libres de cualquier ficha.

Estrategia del go

Se trata de colocar contiguas el máximo número de fichas, a fin de cercar el mayor terreno posible. Consiste también en capturar las fichas adversarias, rodeándolas completamente. Los jugadores deben preocuparse de conservar la invulnerabilidad de las posiciones adquiridas, colocándose de manera que el adversario no puede tomarlas, bajo el riesgo de ser capturado.

En el juego dos jugadores se enfrentan con fichas blancas y negras que van situando cada uno cuando le toca sobre las intersecciones del tablero, de manera que conquiste el máximo de territorios. El juego se divide en varias fases. En la primera, cada jugador trata de ampliar los límites de su territorio. En un segundo momento intenta tomar el terreno del otro. Al final se evalúan los dominios de cada uno.

En el go siempre empiezan las negras
En el go siempre empiezan las negras, lo que da una ligera ventaja al jugador que las posee. Por eso hay 181 fichas negras contra 180 blancas.

El go no ha cesado de apasionar a los chinos, sus inventores. Sin embargo, el país en que la pasión por el go es más fuerte es sin lugar a dudas Japón. Cuenta con más de 10 millones de aficionados activos y varios centenares de profesionales. Los mejores aficionados alcanzan la categoría de sexto dan, lo que corresponde al primero de los profesionales.

El go es muy popular en Asia Oriental, pero también ha tenido positiva notoriedad en otras partes del mundo. Llegó a Europa a través de Japón. En 2008 un dato estadístico sobre la práctica de este juego arrojó que existían más de 40 millones de jugadores de go en el mundo, la gran mayoría en Asia. Los tres mejores jugadores del mundo comparten los codiciados títulos de honinbo, de meijin y, el más célebre, el de ju dan, es decir, sencillamente, décimo dan. Por el enorme prestigio que comparten, todos ellos están considerados como títulos honoríficos.

Jugadores coreanos, vestidos con trajes tradicionales
Jugadores coreanos, vestidos con trajes tradicionales, jugando una partida de go. Fotografía entre 1910 y 1920.

El go y el ajedrez constituyen los dos juegos que ofrecen la mayor cantidad de combinaciones, incluso parece que el go es más rico. Además del hecho de presentar un número de combinaciones superior al del ajedrez, el final de la partida no se define únicamente por la victoria, la pérdida o las tablas, sino que en el go la victoria se puede cuantificar en puntos. Los defensores del go hacen notar, no sin razones, que las fichas no tienen a priori diferencias de valor combativo, como sucede en el ajedrez, sino que adquieren su potencia según la calidad de la situación en que se coloquen sobre el tablero. Aunque no puedan variar de lugar, las fichas del go participan de los grandes movimientos de todo el conjunto, a medida en que se van colocando. El juego, efectivamente, es mucho más dinámico de lo que puede parecer a primera vista.

Tablero del go Tablero del go
El tablero del go es de sencilla factura. Los japoneses los usan más sofisticados, en madera maciza, y los colocan incluso en el suelo. En ocasiones, el tablero está hueco y cruzado por hilos metálicos, para aumentar su resonancia.

Las fichas de este juego tienen forma de lentillas biconvexas, lo que permite situarlas o retirarlas del go-ban apoyando el dedo en su borde. Antes, las blancas se hacían de nácar y las negras de pizarra. Actualmente se elaboran de vidrio pintado. Los japoneses, famosos por su amor a la precisión, fabrican las fichas negras de un tamaño ligeramente superior al de las blancas, porque, a igual diámetro, las negras parecen más pequeñas, por razón, precisamente, de su color. Por término medio, tienen 22 mm de diámetro y de 7 a 10 mm de espesor.

El go-bang

Se trata de una variante extremadamente simplificada del go, aunque se juega también por dos personas, con el mismo tablero y las mismas fichas, únicamente se utiliza una superficie de 13 casillas de lado y se trata de alinear cinco fichas del mismo color, a pesar de los impedimentos del contrario. Por su accesibilidad, este juego tiene muchos adeptos entre los niños, aunque también los adultos lo practiquen como un arte, ya que invita al sentido de la estrategia. No es raro ver a los japoneses jugando al go-bang en lugares tan insólitos como puedan ser los saunas. El juego del tres en raya, no es otro que la versión popular y occidentalizada del go-bang.

El coreano Lee Chang-ho y Alexandre Dinerchtein
El coreano Lee Chang-ho, uno de los mejores jugadores modernos de go, juega contra el ruso Alexandre Dinerchtein, siete veces Campeón Europeo, uno de los pocos jugadores de Occidente en lograr un estatus profesional.

REFERENCIA:
BERLOQUIN, P. (2000). Enciclopedia temática “La clave del saber”. Editorial Printer Colombiana.

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