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Origen de la filosofía

Inmersos en nuestra cotidianidad y en la necesidad de atender los asuntos urgentes -las responsabilidades, los deberes, el trabajo, la supervivencia- , rara vez tenemos la oportunidad de plantearnos las preguntas de las que se ocupa la filosofía. Sin embargo, la filosofía ronda nuestra vida como un espíritu tute­lar; sin previo aviso se nos revela envuelta en una especie de hálito mágico y nos saca de la monotonía de la vida práctica.

Así entendieron la filosofía algunos autores clásicos, como Boecio, quienes la imaginaron como una hermosa mujer que se ocultaba detrás del velo de los asuntos cotidianos, detrás de lo obvio, de lo evi­dente, algo así como una sombra que invitaba a dudar de lo estable­cido, de las convenciones de cualquier índole que se admiten como claras e incontestables.

Boecio y la filosofía
"Boecio y Filosofía" de Mattia Preti, Siglo XVII.

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Parménides: El Ser

PARMÉNIDES DE ELEA (539-450 a. C.)

Fundador de la escuela de eleática, fue el máximo exponente de ella. Ha llegado hasta nosotros buena parte de su poema alegórico «Sobre la Naturaleza". Niega que solo exista el puro fluir como quisiera Heráclito, y afirma, en cambio, que sólo existe el ser uno, homogéneo, eterno, indestructible, etc. Platón le dedica uno de sus mejores diálogos. Aristóteles lo califica de grande.

Parménides

Obras: Sólo nos han llegado algunos fragmentos. Conocemos su doctrina por referencias de autores posteriores.

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Platón (427-347 a.C.)

El tiempo de Platón

Platón

Aristocles (éste era su verdadero nombre) nació en Atenas hacia el año 427 a.C. Perteneciente a una familia aristocrática con 2 tíos que formaron parte de los 30 tiranos del gobierno ateniense instaurado en Esparta, fue uno de los 3 grandes pensadores de la antigua Grecia, junto con Sócrates (su maestro) y Aristóteles (su alumno). Frecuentó las mejores escuelas, y probablemente tuvo a Cratilo (uno de los discípulos de Heráclito) como maestro. Sin embargo, fue el magisterio de Sócrates el que dejó en Platón una huella mayor, hasta el punto de inclinarle a la filosofía. Su implicación en los asuntos políticos es ya uno de los rasgos definitorios del joven Platón.

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Platón: El alma humana

¿Cree usted en la inmortalidad del alma? ¿Se acaba todo con la muerte? ¿Hay, al menos, motivos para esperar una vida futura? Los documentos que nos han llegado de las civilizaciones más antiguas: sumérica, babilónica, índica, sínica, egipcíaca, etc., hacen referencia de una manera o de otra a la perduración del individuo después de la muerte. La antropología no conoce un solo caso de un pueblo o tribu primitiva en donde no exista cierta creencia, más o menos ingenua, sobre la permanencia del individuo después de la muerte, creencia que se refleja de muchísimas formas en las prácticas religiosas y culturales.

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Platón: El Demiurgo

¿Es posible establecer una jerarquía dentro del mundo de las ideas? ¿Son todas del mismo rango, o hay alguna que se deba considerar como la más sublime, la más pura, la reina de las ideas? Dentro del mundo de las ideas, las ideas morales de justicia, fidelidad, belleza, etc., ocupan el primer puesto en dignidad, comparadas con otras ideas, como son las de igualdad, número, árbol, piedra, etc. Y dentro de las ideas morales, la idea de bien, de bondad, ocupa evidentemente el primer puesto. ¿No es el «bien», lo mejor? y el bien en sí, ¿no es lo mejor en sí? ¿Y qué puede haber más allá de lo mejor?

Platón

Dentro del mundo sensible, el Sol ocupa un puesto privilegiado, no sólo es fuente de luz y calor, sino principio de vida y movimiento. Sin el Sol muere la vida sobre la Tierra, sin el Sol desaparecen las formas sensibles en la oscuridad, sin el Sol el mundo sensible se tornaría en una inmensa noche. De una manera semejante, el bien en sí ocupa un puesto privilegiado en el mundo de los inteligibles, es el Sol del mundo ideal, es la luz y el calor de las ideas. El bien es aquello a lo cual tiende todo lo que se mueve. El deseo del bien es la causa del movimiento, ningún ser desea lo malo, sino es bajo apariencias de bien. En el mundo sensible hay, por decirlo así, fragmentos del bien en sí, diseminados en multitud de cosas. La búsqueda de estos bienes parciales, que son participación del bien en sí, explica el movimiento dentro del mundo sensible. Heráclito considera la realidad como puro devenir, pero no da una causa del movimiento. Para Leucipo y Demócrito la unión y separación de los elementos, que explican el nacer y el perecer de las cosas sensibles, se debe al choque fortuito de los átomos entre sí, la suprema ley cósmica es la ley del azar. Anaxágoras postula la existencia de una inteligencia ordenadora del cosmos, el «Nous». Empédocles, el Amor y el Odio, como dos fuerzas cósmicas de atracción y repulsión. Platón, en cambio, coloca como causa de la generación, del cambio, del movimiento en su aspecto más general, «lo bueno». En este preciso momento, y a través de Platón, se introduce dentro de la reflexión filosófica un nuevo elemento, supremamente importante para la historia del pensamiento posterior: el concepto de causa final. Todo movimiento tiene una meta, un fin al cual, tiende; el deseo o tendencia de alcanzar la meta explica el movimiento.

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Platón: El mundo de las ideas

PLATON (427 - 347 a. de C.)

Discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles. Desde el punto de vista literario y filosófico, las obras de Platón constituyen una de las más grandes aportaciones de todos los tiempos al reino del pensamiento.

Obras:

- La República -El Fedro -El Fedón -El Banquete -Timeo - Parménides

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Platón: Ideas principales

Introducción

Platón es uno de los grandes hitos de la filosofía occidental. Desde el siglo IV a. de C, su obra y sus ideas han sido un referente obligado para todos los filósofos. A continuación, y de manera general, relacionaremos sus principales ideas.

Platón

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Posestructuralismo

Donde todo es relativo

Posestructuralismo

mediados del siglo XX coexistían varias teorías estructurales de la existencia humana. El lingüista suizo Ferdinand de Saussure (1857-1913) había sugerido que se debía buscar significado en la estructura de todo un idioma, y no en el análisis de las palabras individuales. Para los marxistas, se podía llegar a conocer la verdad de la existencia humana estudiando las estructuras económicas. Los psicoanalistas intentaban describir la estructura de la psique. En los años sesenta surgió en Francia el movimiento estructuralista, que trató de sintetizar las ideas de Marx, Freud y Saussure, afirmando que los individuos están moldeados por estructuras lingüísticas, sociológicas y psicológicas sobre las que no tienen ningún control.

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Sócrates: Conócete a ti mismo

SÓCRATES (469 - 399 a. de C.)

A diferencia de los otros grandes filósofos griegos, Platón y Aristóteles, Sócrates no ha legado a la posteridad ninguna obra escrita. Hombre entregado con pasión a la filosofía, consideraba que el vicio es fruto de la ignorancia y la virtud del conocimiento. Se burlaba de los sabios que pretendían saberlo todo y estimaba como señal de verdadera sabiduría llegar a comprender que nada se sabía. El falso filósofo cree que lo sabe todo, el verdadero filósofo sabe que aún le falta mucho por saberlo todo, así de insignificante es su sabiduría. Fue acusado de despreciar a los dioses y de corromper a la juventud con extrañas doctrinas. Condenado a morir, bebió por sí mismo la cicuta. Platón narra los últimos días de Sócrates en la cárcel en sus célebres diálogos: "De la apología de Sócrates" y el "Critón".

Obras:

Conocemos a Sócrates, especialmente por Platón, su discípulo.

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