James Cook llega a Australia
En 1768 la Royal Society (la academia de ciencias británica) decidió organizar una expedición al Pacífico para documentar el tránsito de Venus sobre el Sol desde la isla de Tahití. La expedición la encabezaba James Cook (1728-1779), un prometedor navegante y cartógrafo que había trabajado para la Armada Real inglesa en las colonias americanas. Una vez cumplido el primer objetivo de la misión, la expedición continuó hacia el sur con el propósito de encontrar el continente austral, Terra Australis (la Tierra del Sur), un supuesto continente aludido en textos de filósofos griegos (Aristóteles y Erastótenes), que solía dibujarse en los mapas marítimos desde el siglo XV y cuya existencia también sospechaba la Royal Society.
Cook encontró y cartografió Nueva Zelanda y Tasmania, y finalmente llegó a la costa sudeste del continente australiano en 1770. Tras explorar parte de su litoral, regresó a Inglaterra. A pesar del largo viaje, la tripulación sufrió pocas bajas en comparación con lo habitual en la época, gracias a la dieta -introducción de cítricos y chucrut- y a las medidas higiénicas establecidas por Cook. En Inglaterra fue ascendido a comandante y recibido por el rey Jorge III.
Se preparó una segunda expedición a su cargo, esta vez con el objetivo de navegar todavía más al sur, hacia donde se creía que se debía de extender Terra Australis. Entre 1772 y 1775 los dos barcos bajo el mando de Cook emprendieron un largo viaje en el que casi llegaron al continente antártico. Su expedición realizó la circunnavegación más meridional hasta ese momento, descubrió algunas islas, amplió los conocimientos sobre esa vasta zona y, de nuevo, consiguió recudir al mínimo las bajas por escorbuto entre la tripulación. Cook fue nombrado miembro de la Royal Society.
Cook podría haberse retirado entre honores, pero su pasión marítima le empujó a emprender una última expedición en busca de un paso septentrional entre el Atlántico y el Pacífico. En esta ocasión no tuvo éxito y durante el viaje de regreso a Gran Bretaña encontró la muerte en Hawái, apuñalado durante un enfrentamiento con los nativos.
Sus hallazgos contribuyeron a ampliar el Imperio británico. Entre sus descubrimientos figuran las islas Cook (océano Pacífico sur), que llevan su nombre y cuya propiedad reclamó para la corona inglesa, las islas de la Sociedad y también las islas Sándwich (actual Hawái). Impulsó grandes avances en navegación, y los científicos que lo acompañaban realizaron aportaciones fundamentales, especialmente en botánica. Su éxito en la lucha contra el escorbuto en los viajes de larga duración constituyó asimismo uno de sus logros más destacables.
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