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La India: Imperio mogol y colonialismo

La tumba de Akbar
La tumba de Akbar.

Al iniciarse el siglo XVI, la India estaba dividida en numerosos estados regidos por musulmanes, afganos y turquestanos. Era el caso de los reinos de Cachemira, Bengala, Jaunpur, Gujarat, Khandesh, Malva y Multan. Además, existían los sultanatos de Delhi, Nidar, Berar, Golconda, Bijapur y Ahmadnágar. Esta fragmentación facilitó la invasión de un nuevo imperio, el Gran Mogol, que se produjo entre la dominación turca del Asia Central y la posterior dominación inglesa.

El avance mogol

El 21 de abril de 1526, Babur, descendiente del temido Tamerlán, avanzó sobre la India, venció a los Lodi en el combate de Panipat. Esta victoria permitió a Babur adueñarse del norte del país y estableció las bases del Imperio Mogol. Tras una breve etapa de incertidumbre marcada por sucesivas rebeliones de los antiguos señoríos hindúes, los mogoles, liderados por Akbar, se afianzaron en el poder en 1555 y finalmente iniciaron una etapa de gran expansión. Los dos emperadores que le sucedieron, Jahangir y Sha Jahan, dejaron un maravilloso legado artístico y arquitectónico.

El emperador Shah Jahan y Mumtaz Mahal
El emperador Shah Jahan y Mumtaz Mahal, su cuarta esposa. Gran amor de Shah Jahan, lo acompañó durante sus viajes por todo el Imperio mogol. El Taj Mahal, en Agra, fue construido para ella como mausoleo tras su muerte el 17 de junio de 1631.

En 1658, el gran mogol Sha Jahan, tras un próspero reinado de treinta años, cayó gravemente enfermo. Sus cuatro hijos aspiraron al trono. El hijo mayor, Dara Shukoh, el favorito de su padre, estudió el Vedanta y tradujo los Upanishads, pero no tenía capacidad militar. Shuja, el segundo hijo, sin condiciones de estadista ni firmeza de carácter, se convirtió en un títere de sus nobles y secretarios. Murad, el más joven, se dedicó a la meditación y a la vida ascética.

Aurangzeb, el tercero, hábil militar y frío estratega, formó un poderoso ejército, encarceló a su padre, derrotó y ejecutó a su hermano Dara Shukoh y se proclamó emperador (31 de julio de 1658). Los otros dos hermanos fueron confinados y, luego de aceptar la autoridad de Aurangzeb, terminaron desterrados. Tanto los brahmanes hinduistas como los musulmanes aceptaron su poder. Pero una manera tan intempestiva de hacerse con el trono no podía dejar de acarrear problemas.

Los “rajputs” nobles señores de la guerra, se levantaron en Marwar, Mewar y Jaipur. La respuesta de Aurangzeb fue contundente. Las crónicas de la época hablan de varios miles de muertos. Los “sijs”, cuya religión estaba prohibida, intentaron rebelarse, pero corrieron igual destino que los “rajputs”. Aurangzeb decidió liquidar toda oposición mediante la aplicación de la “shaaria” la ley coránica del Islam. El precio fue una represión indiscriminada sobre el resto de los credos.

Abu Muzaffar Muhiuddin Muhammad Aurangzeb Alamgir
Abu Muzaffar Muhiuddin Muhammad Aurangzeb Alamgir (1618-1707), más conocido como Aurangzeb, es considerado como el último de los “grandes mogoles”. Es también una de las figuras más controvertidas de la India.

Al contrario de sus predecesores, Aurangzeb llevó una vida austera. Su estricta adhesión al Islam y la Sharia -la ley islámica- fueron los pilares de su reinado. Abandonó la tolerancia religiosa de sus predecesores, destruyó numerosos templos hinduistas e impuso conversiones masivas al Islam. Aurangzeb usó la estrategia militar para expandir el imperio, pero a un precio muy alto. Su gobierno provocó muchas revueltas que reprimió duramente.

Con mano dura, Aurangzeb, se mantuvo en el trono entre 1658 y 1682. El esfuerzo por continuar esta política, más el incremento de los gastos militares para sostener las guerras de expansión, terminaron por debilitar la economía. La agricultura entró en crisis y las rutas comerciales se vieron afectadas. Finalmente, el mismo aparato militar quedó debilitado. Los sucesores de Aurangzeb no pudieron recomponer las fuerzas del Estado y así el imperio mogol se resquebrajó y fue presa fácil de un invasor de nuevo tipo, y mucho más temible que todos los atacantes anteriores: el colonialismo europeo.

Extensión del Imperio Mogol en la India
Extensión del Imperio Mogol en la India.

Colonialismo europeo

La caída del Imperio Mogol se tradujo en el surgimiento de distintos estados. A partir del siglo XVI comenzaron a arribar los navegantes europeos, que vieron la oportunidad de ampliar sus rutas comerciales. Primero fueron los portugueses, los franceses y los holandeses; posteriormente vinieron los ingleses con la Compañía Inglesa de las Indias Orientales.

La llegada de los portugueses:

Hasta el siglo XV, los indios habían mantenido relaciones con el mundo occidental mediante las rutas terrestres que atravesaban los pasos de las montañas del noroeste. Los misioneros de las religiones indias, las caravanas de mercaderes y los contingentes de soldados cruzaban esos pasos para internarse en los países tramontanos. Los colonizadores y los invasores habían entrado en la India por esos pasos, pero en el siglo XV la invasión europea se dio por una vía inesperada: la marítima.

El 20 de mayo de 1498, Vasco da Gama, marino portugués, circunnavegó África y, piloteado por un marino hindú, llegó a la India desde la costa africana oriental. Los portugueses llegaron al subcontinente en busca de especias -muy cotizadas en Europa- y, además, para romper la supremacía de los árabes en el Mediterráneo. Los musulmanes se vieron sorprendidos, lo primero que hicieron los portugueses fue levantar fortines costeros, desde Hormuz, en el golfo Pérsico, hasta las Islas de las Especias (archipiélago de Indonesia).

Vasco da Gama en la India
Llegada de Vasco da Gama a Calicut, hoy llamada Kozhikode, ciudad ubicada al suroccidente de la India.

Las pretensiones de Francia:

Francia intentó hacer pie en la India, aunque con menos suerte que Gran Bretaña. Creó su Compañía Francesa de las Indias Orientales, que hizo buenos negocios entre 1709 y 1748. Creó factorías en Masulipatam, Calcuta y Mahé. Sus directores aprovecharon los conflictos existentes entre los distintos reinos y señoríos hindúes, estableciendo alianzas con el rajá de Tanjore y los nawabs de Karnatak. Pero en 1744, estalló la guerra entre Francia e Inglaterra. La disputa por el control colonial de África y Asia era la clave de esta contienda. Con ayuda de barcos de guerra situados en Mauritius, Dupleix, director de la Compañía gala, se apoderó de Madrás. Pero no se sostuvo. El curso desfavorable de la guerra obligó a Francia a concentrar sus fuerzas en Europa. Madrás y el resto de la India quedaron en manos inglesas.

Los ingleses en la India:

La primera etapa de la colonización británica en la India comenzó tras la batalla de Plassey, librada el 23 de junio de 1757, en la que las fuerzas británicas de la Compañía Británica de las Indias Orientales, al mando del general Robert Clive, consolidan su dominio en la India al derrotar en Palashi, en las orillas del río Bhagirathi cerca de Calcuta y Murshidabad, al ejército hindú que dirige Siraj Ud Daulah, Nawab de Bengala. Los ingleses ocuparon Bengala, desde donde se expandieron. En 1850, la Corona inglesa ya imperaba en casi todo el subcontinente indio. El colonialismo inglés se propuso “modernizar” a la India. En nombre del “progreso” y la “civilización” adaptó la estructura del país a sus apetitos de gran potencia. Tras la apertura del Canal de Suez en 1869, fortaleció la navegación de vapor y el tendido de cables submarinos conectó a la colonia con Londres. En 1919 los ingleses ya habían construido más de 80.000 kilómetros de caminos pavimentados, unos 240.000 kilómetros de caminos no pavimentados y cerca de 56.000 kilómetros de ferrocarril. Por supuesto, el objetivo no eran el “progreso” ni la “civilización”, sino la consecución de las materias primas y su envío a Inglaterra, que luego, en un circuito sumamente controlado, volvía a la India bajo la forma de productos elaborados por la industria inglesa.

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La diferencia de precios entre las materias primas indias y los productos manufacturados ingleses -que, además, se vendían en todo el mundo- aseguraba al capitalismo inglés un cuantioso beneficio.

La corona inglesa en 1858, ante el descontento popular por la prepotencia de la Compañía, procedió a una supuesta expropiación de la misma. En realidad, se trató de que la totalidad de la India se convirtió en colonia inglesa. Es así como varios militares británicos se convirtieron en gobernadores de la India y, finalmente, en virreyes. El descontento popular hacia la presencia británica se manifestó a través de levantamientos, que fueron reprimidos por la Corona. El efecto fue contraproducente. En 1920, el liderazgo del movimiento nacionalista recayó en manos de Mahatma Gandhi, quien, mediante una lucha no violenta, obtuvo, en 1947, la independencia de la India.

Referencia:
Gimeno, D. (2008). India. Grandes Civilizaciones de la Historia. Editorial Sol 90.

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