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La Paz de Augsburgo

La paz de Augsburgo

La “Paz de Augsburgo” fue un trato firmado por Fernando I de Habsburgo, hermano y representante del emperador Carlos V del Sacro Imperio Germánico, y los Estados imperiales (entidades territoriales y políticas del Sacro Imperio), el 25 de septiembre de 1555, en la ciudad de Augsburgo, Alemania; con el cual se intentaba dar solución al conflicto religioso ocasionado por la reforma protestante de Martín Lutero, que dividió la cristiandad en Europa.

Desde el inicio de su gobierno, el emperador Carlos V asumió enseguida su papel de defensor de la cristiandad. Y tuvo ocasión de demostrarlo (además de contra el Imperio otomano, en varias ocasiones) cuando, en el seno del imperio, los príncipes de algunas provincias empezaron a adoptar la doctrina luterana, más tarde conocida como protestante.

Vista panorámica de la actual Augsburgo
Vista panorámica de la actual Augsburgo. Ciudad alemana, capital de la región administrativa de Suabia, en el estado federado de Baviera.

En 1525, la división interna del Sacro Imperio en dos bandos religiosos era ya un hecho. Por un lado, los príncipes que seguían abrazando el catolicismo se habían agrupado en la Liga de Dessau, mientras que aquellos que defendían la doctrina luterana lo habían hecho en la Liga de Magdeburgo.

En este punto Fernando de Habsburgo, archiduque de Austria y rey de Hungría y Bohemia, además de hermano del emperador, reunió de nuevo a la Dieta de Augsburgo y juntos empezaron a elaborar una “paz religiosa” que contentara, sobre todo, a las facciones más moderadas de ambos bandos.

Los distintos intentos del emperador de socavar y debilitar el bando protestante (como la Dieta de Augsburgo, de 1530, por ejemplo, en que invitó a los protestantes a presentar un resumen de su doctrina, con la clara intención de provocar disidencias en su seno y empujarlos hacia la división) no surtieron efecto, y tampoco le sirvió derrotar con las armas a la nueva alianza de los protestantes en 1547 (Liga de Esmalcalda, sucesora de la de Magdeburgo). Las tensiones internas iban en aumento, e incluso los propios príncipes católicos alemanes empezaron a temer el excesivo poder que había concentrado en sus manos Carlos V.

Carlos V recibe la Confessio Augustana o Confesión de Augsburgo
Carlos V recibe la "Confessio Augustana" o "Confesión de Augsburgo" en la sesión del 25 de junio de 1530.

La “Paz de Augsburgo”, también llamada “Paz de las religiones”, aceptó finalmente la existencia de dos iglesias cristianas diferentes. Los príncipes y gobernantes podían decidir si se quedaban con la antigua Iglesia católica o se adherían a la nueva creencia luterana formulada en la Confesión de Augsburgo de 1530. El tratado contempló el mantenimiento del statu quo a favor tanto de católicos como de protestantes (aunque dentro de esta última corriente quedaron excluidos tanto los zwinglianos -seguidores de las tesis de Zwinglio- como los anabaptistas); y también se dio libertad a los príncipes del imperio para imponer su propia religión a todo el territorio bajo su dominio.

Esta forma de imponer a toda una zona la religión de su máximo mandatario pasó a expresarse con la fórmula latina “Cuius regio, eius religio”, y durante su vigencia se respetó que los súbditos que no desearan profesar la misma religión que su príncipe pudieran emigrar hacia otro principado afín a sus creencias.

Fernando I de Habsburgo (1503-1564)
Fernando I de Habsburgo (1503-1564), fue infante de España, archiduque de Austria, rey de Hungría y Bohemia y, a partir de 1558, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

Fernando de Habsburgo también impuso la “reservatum ecclesiasticum”, que defendía que si cualquier dignidad católica (abad, obispo, cardenal, etc.) decidía abandonar su religión para profesar el protestantismo lo haría solo a título personal, por lo que los bienes eclesiásticos que poseyeran seguirían perteneciendo a la Iglesia católica.

Referencia:
Emse Edapp, S.L. (2016). Edad Moderna I. Siglos XVI y XVII. Bonalletra Alcompás.

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