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Los Illuminati

Una de las sociedades secretas modernas que mayor fascinación ha ejercido ha sido la Orden de los Iluminados, o Illuminati, en su denominación latina. Entre la historia y la leyenda, se mezclan en su relato hechos ciertos y ficticios, que los asemejan a una logia masónica e iniciática. Fueron grupos que combinaban rasgos políticos y esotéricos; aspiraban a incidir en el curso de la historia a partir de elevados ideales basados en la perfectibilidad moral de la humanidad. Este idealismo extremo y ambicioso rayaba en la utopía, pero al mismo tiempo aspiró a realizarse a través de la acción política. Deseaban socavar las bases de los gobiernos despóticos y absolutistas para sustituirlos por dirigentes sabios y moralmente responsables. Su estrategia no era revolucionaria, sino gradual: no pasaba por tomar las armas, sino por ocupar puestos de poder influyentes y transformar paulatinamente la política. En suma, deseaban formar las élites intelectuales y políticas de la sociedad. En efecto, los Iluminados concedieron una enorme importancia a la educación, fundamento del progreso moral. Sus miembros debían instruirse en varias disciplinas, tanto científicas como filosóficas.

Johann Adam Weishaupt (1748-1830)
Johann Adam Weishaupt (1748-1830), filósofo alemán, fundador de la Orden de la Sociedad Secreta Illuminati.

Como los francmasones, establecieron una jerarquía organizativa consistente en grados, por los cuales se ascendía conforme se progresaba en el perfeccionamiento moral y espiritual, posibilitados por el incremento del autodominio. Se trataba, pues, de una orden iniciática.

Los illuminati fueron al principio un grupo de Baviera fundado el 1 de mayo de 1776, que sostenía el principio ilustrado del primado de la razón para crear una sociedad mejor. Pero esta logia tuvo que disolverse en 1785 a raíz de la persecución del gobierno conservador y la Iglesia católica. El ejemplo bávaro inspiró a varias sociedades afines que aspiraron a influir en la marcha del mundo a partir de su incidencia en gobiernos. A finales de siglo XVIII había illuminati en una setentena de ciudades alemanes -las principales, Weimar y Gotha-, con un total estimado de entre mil quinientos y dos mil adeptos. Fuera de Alemania, solo se ha constatado su presencia en Suiza.

Ingolstadt, Estado alemán de Baviera
La sociedad secreta de los Iluminados fue fundada en 1776 en Ingolstadt, en el Estado alemán de Baviera.

Entre los miembros de la orden abundaban los funcionarios y demás trabajadores públicos. Algunas pocas figuras del pensamiento alemán tuvieron un contacto esporádico con la orden. Pero no se la puede considerar una corriente dominante en el pensamiento alemán.

La curiosidad y la fascinación que despertaban los iluminados explica que se les atribuyera, sin fundamento, un activismo intenso en la historia. Se les ha considerado impulsores de la Revolución francesa, agentes de la Declaración de Independencia de Estados Unidos e instigadores de movimientos de dignificación de minorías oprimidas.

Referencia:
Emse Edapp, S.L. (2016). Edad Moderna II. Siglos XVIII y XIX. Bonalletra Alcompás.

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